Resulta que el camuflaje no es el único talento de estos cefalópodos. Hurgando en el agua como puntas de flechas brillantes, las sepias son cazadoras rápidas y seguras: la muerte en ocho extremidades y dos tentáculos agitando en busca de pequeñas criaturas cercanas. Se transforman para adaptarse al paisaje, cambiando de una variedad de tonos…